Hormonas y productos químicos: Nuestra futura fuente de agua potable

En la actualidad, en medio de las diversas crisis hídricas que afectan al mundo, la búsqueda de soluciones se ha convertido en un imperativo. A pesar de los avances tecnológicos de las dos últimas décadas, se siguen barajando algunas ideas consideradas obsoletas, lo que revela la necesidad de explorar alternativas para hacer frente a estos retos.

Una de las propuestas más recientes es el tratamiento de las aguas residuales con el objetivo de convertirlas en agua potable. Aunque inicialmente se utilizaba para el riego, la idea de depurar el agua de residuos domésticos e industriales para el consumo humano ha ido ganando adeptos debido a la falta de alternativas más eficientes y económicamente viables.

Aunque actualmente sólo un pequeño número de comunidades en Estados Unidos utiliza técnicas de reciclado de agua, se espera que esta cifra se duplique en los próximos 15 años.

Proceso de reciclado y retos asociados

El proceso de reciclado suele incluir la desinfección mediante ozono o luz ultravioleta para eliminar virus y bacterias, seguida de la filtración a través de membranas con poros microscópicos que eliminan sólidos y otros contaminantes. Sin embargo, la eficacia de estos métodos para eliminar disruptores endocrinos, como hormonas y compuestos farmacéuticos, plantea dudas sobre la seguridad de esta fuente de agua.

Las hormonas, presentes en medicamentos y desechos humanos, entran en masas de agua como lagos y ríos, creando un importante impacto ambiental. Incluso después del tratamiento en plantas depuradoras, los residuos de medicamentos citostáticos utilizados en tratamientos contra el cáncer persisten en las aguas residuales urbanas.

Los peligros invisibles del agua

La exposición a altas concentraciones de estrógenos, presentes en el agua reciclada, puede tener efectos nocivos para la salud humana y la fauna silvestre. Estos disruptores endocrinos, al imitar la estructura de las hormonas naturales, pueden interferir en funciones esenciales como el equilibrio, el desarrollo fisiológico, la reproducción y el comportamiento de los organismos.

Las especies silvestres han experimentado problemas importantes debido a la exposición a estos compuestos químicos en su entorno. En los seres humanos, la exposición a estrógenos ambientales se ha asociado a efectos sobre la reproducción y el comportamiento sexual, así como a un aumento de la incidencia de diversos tipos de cáncer.

En busca de una solución sostenible

La eliminación eficaz de las hormonas del agua es un reto complejo, pero la investigación está avanzando. Aunque se han propuesto métodos de tratamiento a escala de laboratorio, su aplicación a gran escala requiere importantes inversiones o incluso rediseños de las depuradoras.

Mientras se perfeccionan estos sistemas, es crucial explorar las tecnologías disponibles para garantizar un suministro de agua seguro. Los generadores de agua, como "NUBE", que extraen la humedad del aire, ofrecen una alternativa que elimina la preocupación por los contaminantes del agua, ya procedan de aguas residuales o de otras fuentes. Estos sistemas cuentan con filtros y procesos de mineralización, lo que garantiza un suministro de agua independiente y fiable para toda la familia.

En un mundo en el que la seguridad del agua es cada vez más vital, la pregunta que debemos hacernos es: ¿realmente podemos permitirnos no garantizar la calidad del agua que consumimos? La respuesta puede estar en tecnologías que ya están a nuestro alcance.

 

 

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